I. Ahora me propongo hacer una canción, del [modo] más sencillo que sé, como quien dora y estaña; pero dudo que el saber no me falte. Pero, a pesar de todo, me gusta intentar hacer una cancioncita ligera, pues se canta más lo que es menos difícil; por esta razón voy limpiando mi cantar de palabras oscuras, a fin de que fácilmente pueda ser aprendido.
II. Mucho tiempo he amado en vano, no puedo dejar de lamentarme de ello, y no sé por qué razón; pero el que bien espera es premiado, por lo que vo aguardo — ¡pero largo me parece! — que Amor doblegue tanto a aquella que tengo más cerca del corazón que me dé gozo, ya que no puede vedarme que la ame, aunque ella no me quiera.
III. No me lamento en absoluto de amarla un año o dos, aunque me es esquiva, pero temo que me falten horas, días, tiempo y momento oportuno. Pues nunca, desde que la vi, ninguna cuita impidió que dentro de mi corazón estuviera su imagen, de modo que yo la vi con claridad, pues ella me hizo pasar por los ojos su hermosura para que siempre la contemplase.
IV. A menudo vuelvo a ver sus facciones, pues Amor me tiene en grave aflicción, y no me parece ni creo que nunca fuera de mal trato con nadie sino conmigo, que no puedo dejarla de amar aunque me sobrevengan daños; pues me es dulce soportar el mal, y por esto tengo que agradecerle el bien que espero de ella; pero ¡que no me lo difiera!
V. Estoy dispuesto a servirla, pues por lo menos creo que esto me corresponde, porque en muchas ocasiones el servicio es beneficioso. Ya he dicho demasiado, ¡basta! Porque con un hilo de su manto de vero, si a ella le pluguiese dármelo, me haría estar aún más gozoso de lo que me podría hacer cualquier otra [mujer] del mundo que me hiciera acostarme consigo.
VI. Fiel amigo desventurado, escaso de alegría, incapaz de pelea, embustero sin embustes, más tímido que pájaro de pantano, como [hombre] para vender y para regalar, [todo esto] os he sido, y, si os pluguiese, debería encontrar piedad en vos. Señora, pues no me queréis conceder otra cosa, tolerad que os vea y que os implore.
VII. Canción: irás a saludar de mi parte a aquella que tengo más cerca del corazón, y le dirás, sin titubear, que pienso domesticar a Malleon más fácilmente que a un halcón islandés.
VIII. Deseado, sé tanto amar, que deseo mejor, quiero mejor y amo mejor que ningún hombre nacido.