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Oroz Arizcuren, Francisco J. La lírica religiosa en la literatura provenzal antigua. Pamplona: Excma. Diputación Foral de Navarra - Institución Príncipe de Viana, 1972.

Edición crítica, traducción, notas y glosario. Versión revisada para Corpus des Troubadours, 2011.

338,001- Peire de Corbiac

1ss. Lowinsky, Geistliches Kunstlied, p. 218 ss., nos ofrece, verso tras verso, información sobre las fuentes de donde toma Peire de Corbian los epítetos y comparaciones de este poema; véase también Scheludko, loc. cit. Lanfranc Cigala canta e dels angels reïna, cf. hic, 39, 2.
 
1. En P. C. 338, 1 figura anima (!), en vez de rehina, como versión de W; también Bartsch, loc. cit., aduce esa variante, basándose en la lectura de Herlet, ZrPh 22, 18, p. 250; yo leo más bien areina, forma que se explica pasando por e reina (cf. la variante de Tassoni, Dompna dangels, e raina, en Vicenti, loc. cit.) y & reina.
 
3. En vez de ·m comanda de CR, que mantiene Bartsch, creo preferible m’aonda, > mihi abundat, que halla su apoyo en los otros mss., maondo, maonda y manda, y que encuentra correspondencia o explicación en aparelha del v. 7. La paleografía apoya el verbo aondar: De maonda ha podido resultar fácilmente manda, (cf. mandal de κ) que se sintió e interpretó como forma del verbo mandar ‘commander’. El verso resultaba con ello hipométrico, por lo que algún amanuense ha debido corregirlo recurriendo al sinónimo comanda, de donde lo tomarían CR.
 
4. Lengua romana viene a ser sinónimo de romans del verso 8. Según Lowinsky, op. cit., p. 164, el trovador estimaría necesario justificarse por cantar en romance a la Virgen; se tratará más bien de un tópico, del que también se sirve Matfré Ermengaud al escribir su Breviari d’Amor en provenzal: quar per amor de laygua gen, / que non an tant d’entendemen / que la paraula latina / de la sciensa divina / saubesso entendre per se, / mays que per deguna autra re, / m’a plagut tractar e romans (Breviari d’Amor, 547-553).
Peire de Corbian canta en lengua romana porque da a entender que la conoce mejor que el latín (prueba de que dominaba el occitano es su obra enciclopédica que él mismo tituló Tezaur); Matfré afirma en cambio: car estiers me fora ·c· tans / plus leugier tractar en lati, / que dir en romans, so vos fi (Breviari d’Amor, 554-556).
 
6. Cf. De lauzar no·m puesc estraire, Breviari d’Amor, 11453; qu’ieu conosc qu’aondos no·y suy, mas estraire / no m’en puesc (hic, n.° 20, 45-47). En lugar de traire, bIWκ tienen taire, variante de tazer ‘callar’.
 
7. Para aparelhar, verbo polisémico (v. Levy, Petit Dict.), pienso aquí en el campo semántico de ‘abastecer, suministrar, poner a disposición’.
 
9. Para rosa ses espina cf. hic, nota a 39, 6.
 
11. Cf. virga arida (Aaron) quae floruit (Num. 17, 6ss) y que se interpretó en la Edad Media como símbolo de la virginidad maternal de María.
 
13. Herlet, loc. cit. lee stela q del en W; en vez de q descifro yo el signo de et, que se asemeja a una q.
 
17. Raynouard, Lex., 4, 218 registra la variante mesquina < árabe meskîn, REW 5539, de cuatro mss. por enfantina, con el valor de ‘délicate’; Levy, Suppl. 5, 259 cita este ejemplo, dando a mesquina la acepción de ‘junges Mädchen’, cf. parv mischin, ‘niño pequeño’, Appel, Chrest., 2, 88; francés antiguo meschine ‘jeune fille’.
Acaso sea mesquina de DIKW la forma original que, en vista de la acepción negativa de ‘pauvre, faible, misérable’, etc. (cf. Levy, Petit Dict. bajo mesquin; Cerverí emplea la combinación vida breu e mesquina, Riquer, n° 47, 29), habrá sido substituída por enfantina, para evitar falsas asociaciones.
 
18. “A la 2e pl. fotz peut se réduire à fos, Anglade, Grammaire, p. 315.
 
20. La versión de W, per so ire gens crestiana, que se explica como: ‘per so cre’ etc. confirma la lectura de CR para el v. 21.
 
23. Concebre < concipere de DIK (también cunseburet de W se acerca a esa base), es el término propio, técnico. En el futuro comsebras de DIK resuena el ecce concipies de Luc. 1, 30. Aure concipere, referido a María, es un lugar común en la literatura mariana medieval (cf. Lowinsky, loc. cit.). Matfré Ermengaud lo relaciona con el pecado de Eva: e si cum fo galiada / elh mes lo Sathans lo veri / per l’aurelha, tot atressi / la Vergis del cel regina / ausen pres la medicina, / quar crezet so que auzia, cosseup la Vergis Maria (Breviari d’Amor, 12346-12352).
 
24. Vergina ‘virgen’ es una de las numerosas formas cultas o semicultas (vergens, vergis, vergena), más usadas en la lírica mariana provenzal que piusselh, piussella (cf. hic, No. 12, 46-47).
 
28. La versión de DIKW: de vos trais sa (traisit W) carn humana también satisfaría, cf.: pot tot en semblan manieira / home de vergis traire / qu’ome non agues per paire (Breviari d’Amor, 12450-12452), y hic, 20, 32-36.
 
30ss. Compárense los versos 12431-12435 de Breviari d’Amor: quel soleilh quez es corporals / passal veyre dels verials, / e retorna s’en atressi / pueis per aquel mezeis cami / ses corrompeme del veyre (cf. Hirn, La verrière).
 
33ss. En el Exodus se narra la visión que tuvo Moisés en el monte Horeb, de la “zarza que ardía en el fuego, pero no se consumía” (3, 2ss.). El específico ayglentina (y numerosas variantes relacionadas etimológicamente con *aquilentum, *aculentum, como aguilen) glosa el genérico rubus del texto bíblico. El trovador, empleando ese término, habrá querido aludir a la hermosura de la flor aiglentina, ‘flor del rosal silvestre o escaramujo’ (cf. Amanieu de Sescas, que compara poéticamente a su doss’amia con la beldad de esa flor, Appel, Chrest., 100, 98; puede compararse aguilen de Belha m’es la flor d’aguilen, P. C. 323, 5, sirventés que publica Zenker, op. cit., p. 141). Las Leys d’Amors, ed. Anglade I, 20, mencionan l’englentina e·l gaug entre los galardones que se otorgan a los poetas.
En la célebre galería de trovadores de Peire d’Alvernha, Chantarai d’aquest trobadors, Zenker, op. cit., 12, en el verso 18 aguilen tiene una acepción muy diferente, y equivale a cosa de poco valor, como un aglan (cf. hic, 48, 35): no·s  prezaria un aguilen ‘no se apreciaría en un tapaculo’ (compárese no·s  prez’ un gan de Marcabru, Dejeanne, 44, 28.
 
36-37. En Raynouard, Lex. 4, 284, bajo muelha, se traducen estos versos: ‘La toison de la laine qui se mouilla à l’air sec’. Lowinsky, loc. cit., p. 219 traduce: ‘das in der trockenen Luft Wasser zog, ...’. Bartsch, Chrest., en el índice no indica la correspondencia de ayre de este verso, dando la etimología aerem para el significado ‘air’ (o sea, en castellano ‘aire’) y aream para las formas de bon aire, de mal aire, a gran aire. Según el texto bíblico a que se refiere el poeta, ayre significará más bien ‘era, lugar’: ponam
hoc vellus lanae in area: si ros in solo vellere fuerit, et in omni terra siccitas, etc. (Iud. 6, 37). O el lexicógrafo ha entendido mal el pasaje, lo mismo que Lowinsky, o el poeta ha interpretado mal la fuente latina. Hacia la segunda alternativa nos llevaría el hecho de que Peire de Corbian confiesa no saber (mucho) latín (v. 3-4) y el que no se encuentre registrada por lo demás en provenzal ayre ‘era’. Sin embargo, admitir para ayre en este contexto la acepción de ‘aire’, conlleva, además de la supuesta falsa interpretación del texto bíblico, una anomalía gramatical, en cuanto aire ‘aire, viento’ es masculino en provenzal (cf. Raynouard, Lex. 2, 29, s. aer, air, aire, Levy, Petit Dict. bajo air, etc.), mientras que ayre del texto en cuestión es claramente femenino: dins la sec’ayre. La interpretación errónea parece pues que es del lexicógrafo, que, al no conocer otro ejemplo de ayre < area, lo relacionó con el homónimo aire ‘viento, aire’. Habría que ver si el trovador ha usado este hápax por influencia del francés o de algún dialecto, o partiendo de las formas de bon’eira ‘de haute origine’ (Levy, Petit Dict. s. aira ‘era’, del lat. area), de bon aire, de bone aire ‘von guter Art’ (Appel, Chrest., bajo aire, cf. hic, No. 53, 2), de aire, aize, aitz ‘lieu...’ (Levy, Petit Dict., bajo aitz. A las formas aira, eira, iera de Levy, Petit Dict. ‘aire à battre les grains’ añádase era ‘id.’ que registra Brunel, Les plus anciennes chartes, I, 324, 5, y ayre.
 
41ss. Para los versos 42-62 adopto la versión de R, pues Cverso está dañado irremediablemente. Es notable el cambio de tenor del poema a partir de este verso; hasta aquí el poeta se había limitado, según anuncia en la I estrofa, a loar a la Virgen. Ahora se combina la plegaria con la enumeración de atributos elogiosos. Se introduce el concepto del náufrago y del enfermo o herido (estr. VI y VII), y son varias las personas que se dirigen a la Virgen: la mar nos combat e·l vens, v. 43, mostra nos, v. 44, si·ns vols (v. 45), etc. El trovador se había servido exclusivamente de la forma de cortesía para dirigirse a la Virgen;  ahora, en cambio, la tutea: mostra, lav’e lia, onh’ e sana; manda·l filh e prega·l payre; parl’e cosselha; tu·ns esvelha. Por este motivo me parece preferible para el v. 54 la versión de DIK: fai nos tost, en vez de la de R (y C): vos me faitz, a la que se atiene Bartsch.
Pero no bastan a mi juicio ni esa evidente diferencia de enfoque, ni esas «anomalías» para dudar de la genuinidad de las estrofas VI-IX, por más que el cód. W no transmita más que las estr. I-V, en las que se ponderan y recalcan la concepción y el parto virginal de María simbolizado en el antiguo testamento contra las leyes de la naturaleza. Estas primeras estrofas tienen una función introductoria que exige una continuación. El empleo de vos expresa la admiración del trovador frente a la prodigiosa prerrogativa de la maternidad divina de la virgen.
En cambio, en las estrofas siguientes, la comunidad de creyentes solicita de la Virgen con humildad y confianza –expresada en el tuteo– la ayuda que necesita para librarse de los mortales peligros que la acechan y acosan. (Cf. nota a hic, 47, 13-16). Sin las estrofas VI-VII y sin las tornadas el poema perdería gran parte de su vigor.
 
41s. Estela marina corresponde a maris stella, a cuya difusión ha contribuído ciertamente el himno mariano Ave maris stella, documentado como texto litúrgico desde el siglo X. Compárese Isidoro, Etimologías, 7, 10, 1: Maria inluminatrix, sive stella maris.
 
42. Mar como substantivo femenino es muy corriente (cf. en auta mar, la gran mar, ultra la mar) pero también lo mar está documentado (Appel, Chrest., 8, 106).
 
44. Evoca el iter para tutum de la sexta estrofa del Ave maris stella.
 
45. Sobre bon port puede verse hic, nota a 28, 26.
 
48. sobern ‘houle’, Levy, Petit Dict., que traduzco con ‘oleada’, empuje, embate de la ola. Para marina ese diccionario da los significados de ‘plage’; ‘mer’ (ou mer près de la plage?). No dispongo de otros ejemplos. Marina del v. 41 es adjetivo, con significado diferente del que tiene el substantivo homófono.
 
52. Demattio, Grammatica della lingua provenzale, p. 123, sigue la versión de R, que es también la de Bartsch, leyendo la vilheje en vez de lav’e lia, e interpretando ‘fragilità, debolezza’. Scheludko, loc. cit., defiende la versión de DIK, que cuadra bien en el contexto. Cabría preguntarse sin embargo si la lectio difficilior de CR no será la original, entrañando acaso lavar + oliar o alguno de los derivados de oli ‘aceite’, cual oliatge, uliar, enoliar, (cf. Levy, Suppl. s. v. y Petit Dict. s. vv.). Tal vez ayude a desglosar ese pasaje la preciosa parábola del Buen Samaritano, Luc. 10, 33ss: alligavit vulnera eius, infundens oleum et vinum.
 
55. Las versiones de todos los códices reclaman en rima una palabra con -n-, o sea sonelha, documentada junto a somelha, Levy, Petit Dict., bajo somelhar, variante ésta que adopta Bartsch.
 
61. Bartsch sigue la versión revelha de DIK; revelhar figura en Levy, Petit Dict., con las acepciones de ‘réveiller’ y de ‘se réveiller’; esvelhar está registrado en ese diccionario sólo como ‘s’éveiller’, pero Appel, Chrest. Prov., anota ‘aufwecken’ y ‘aufwachen’.
Los versos 55-56 y la segunda tornada evocan el final de hic, No. 18 (v. 67-68).

 

 

 

 

 

 

 

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