Salvo algún detalle de puntuación y de grafía me guío por la edición de Zenker, de donde transcribo el stemma de los códices:
1 s. Para el tópico inicial compárese por ejemplo Can mi perpens ni m’arbire, hic, 2, 1; Qant vei et consir et pens, Levy, Poésies relig., B 1665; Quant ay lo mon consirat, / tot l’als es nient mas Deu, / e com be·m son apensat / lo comyat es for[t]ment greu comienza una canción religiosa anónima catalana (Anglès, La música a Catalunya, p. 408); cf. e tot, quant es, es niens senes uos (Pfaff, Riquier, 45, 51), dirigiéndose a Sanctz paires dieus, sanctz filhs, sanctz espritz.
5-6. Zenker expresa su extrañeza por la falta de artículo ante ricors en todos los códices menos en C. No obstante ese consensus casi absoluto, la versión original ha debido de carecer de artículo, pues con él resulta hipermétrico el verso. En Element., § 162 se trata el caso de la omisión del artículo con nombres abstractos, a los que pertenece ricor. En Appel, Chrest. , 49, 19 figura ricor sin artículo en este ejemplo: no·i gardetz ricor, mas l’amor que·m lia (cf. hic, nota a 5, 28).
9. En vez de viandans algunos manuscritos tienen la variante sin -d-. Algo similar observamos en el planh de Folquet de Marselha, Si cum cel q’es tan greujatz,Stroński, Folquet, 17, verso 52, on pass’ om com vianans, que en los ms. RV reza viandans y en a viadanz. Tanto en occitano como en cat. antiguo están documentadas ambas formas, con dental o sin ella, lo que presenta una grave dificultad para quienes piensan en la génesis común del tipo via + andar(e) (cf. castellano, italiano ... viandante), pues en cat. y occ. andar es anar. Ha debido de estar en juego otra voz, tal vez relacionada con vivenda ‘Nahrungesmittel’, REW 9410> fr. viande, it. ant. vi(a)nda, occ., cat., port. vianda. (Levy, Petit Dict. registra vianan (bajo vianar) y viandan ‘voyageur, pélerin’ y también vianda, ‘nourriture, vivres’).
La comparación, de origen bíblico en este contexto (cf. Ps. 38, 13, quoniam advena ego sum apud te, Et peregrinus; 2 Cor. 5, 8, habla de peregrinari; Hebr. 11, 13, quia peregrini et hospites sunt; 1 Petr. 2, 11, advenas et peregrinos, etc.), de la vida con «eine Reise, deren Ziel der Tod ist» (Scheludko, Religiöse Lyrik, p. 242) continúa en la estrofa siguiente.
11. Mover, moure y otras variantes (vide Levy, Petit Dict.) tienen una amplia variedad de significados. Mou e vai invita a interpretar los dos verbos como sinónimos, ‘andar, caminar’. Sin embargo, si consideramos el verso anterior, esa interpretación no cuadra para moure, pues de un recién nacido todo lo más esperaríamos que se mueva, reservando anar, ‘caminar’ para una fase posterior. El valor exacto de mou en este contexto creo que es ‘comenzar, arrancar’, significado que conocemos del inicio de Ab joi mou lo vers e·l comens ‘Mit Freude hebe ich den Vers an und beginne ihn’ (Appel, Bernart von Vent., 1, 1).
15-16. El mismo lugar común en Levy, Poésies relig., B 2674, B 2684, y más detalladamente ib., B 85-104.
17-18. Cf. hic 21, 3-4 y Scheludko, loc. cit.
19 ss. Apóstrofe parecida en hic, 8, 58: com sera doncs, fols de [te], cf. también hic, 21, 19 ss.
20. Evoca, seguramente con amarga ironía, el final del diálogo de la serpiente con los primeros padres, que serían como Dios, scientes bonum et malum del Génesis 3, 5. Cf. hic, 17, 45 ss.
27. En vez de es, que sigue Zenker, varios ms. traen er, que también encaja perfectamente, y que sería más espontáneo y carecería de retórica (presente por futuro).
35. Compárese hic, 37, 1, en chantar d’aquest segle fals.
36. Quar non es tant comunal / ren el mun, cum es la mort, Levy, Poésies relig., B 2695-2696; además hic, 2, 27.
37. Frevol ni fort suena a expresión fija. La leo en el planh Ab marrimens angoissos et ab plor, P. C. 330 1a, Anc ningun hom non vi frevol ni fort, v. 22 (Nicolà Zingarelli, Intorno a due trovatori in Italia, Firenze 1899, p. 41.
38-39. Las dos voces con étimos germánicos, escrimir < skirmjan, ‘schützen’, REW 7998, cf. schirmen ‘proteger’, y guandir < wandjan ‘wenden’, REW 9498, han sido tomados del lenguaje guerrero: Alamans e Braimans que so duh d’escremir, / que els ni lor cavals no pot null om freir, / ni negueis lor escutz, si los volon guandir (Appel, Chrest., 6, 60-62). Para gandir cf. hic 33, 30.
40. Sobre este verso comenta oportunamente Scheludko, loc. cit., nota 2: «Der Ausdruck «il non guarda agur ni sort» stammt von Marcabru: qu’en agur crezon et en sort ( Pax) und wird von G. d’Autpol ( Esperanza) — que no i valran plag ni agur ni sort, und von G. de Berguedan ( Juglars) — no i gart augurs ni sortz, verwendet»; cf. hic, 18, 51.
43. co, o quo, es variante de con, com, cum, coma (estas dos últimas las emplea Folquet en este poema en los versos 10 y 11) ‘como’. Co puede usarse formando enclisis, como col de los mss.: aissi quo·l sers ‘como el ciervo’ (Appel, Prov. Chrest. 29, 52), co·us trobei a Pavia (ib. 29, 52).
50. Gramaticalmente hay que distinguir pasar al port de pasar los portz, de significado afín: can sera lai passatz / al port on no s’eschai / c’om merme son esmai, / totz non si’enserratz (Kolsen, G. de Bornelh, 74, 106-109); aitan es freols l’esforz / lo iorn c’om passa los porz / on van tut, ses contradire (hic, 2, 23-25); que, quan passarai los portz, / vos mi donetz bonas sortz ( 19, 29-30, hic).
El substantivo port < portus tiene en occitano dos acepciones básicas que conocemos de las lenguas románicas de la Península Ibérica: ‘lugar de la costa o ribera para que arriben las naves’, ‘sitio de paso en la montaña’. En las poesías religiosas publicadas hic, aparece port con relativa frecuencia como:
1) lugar seguro, de reposo, de refugio ( portz salvan, 3, 15; portz ses peril, porta de salvan port, 18, 7; port de gandida, 22, 22; drecha via de port, 23, 52. También en las poesías profanas de Riquier es corriente port en ese sentido: per venir al port, Mölk, Cansos, XV, 18; menes a valent port, ib., XVII, 26; e s’ieu venh al port, ib., XXI, 43; qu’autre port non truep, ib., XXI, 47.
2) lugar o situación donde amenaza un peligro ( lo iorn qu’om passa los portz, 2, 25; qu’a passar nos er al port, 14, 50; quan passarai los portz, 19, 29.
50-51. Es evidente que port de este pasaje y de los ejemplos que acabamos de mencionar, que implican un peligro, pertenecen a un campo semántico muy diferente del de portz salvan oports ses perilh, etc. que conllevan el significado de refugio, salvación, de acuerdo con el étimo latino portus, ‘Hafen’, REW 6680. Para la acepción –que no me es familiar del latín portus–, ‘paso entre montañas’, que también tiene port en occitano (Crescini, Manualetto, Glossario, explica portz como ‘passi de’ Pirinei o delle Alpi’) y en catalán y puerto en castellano, se supone la base ‘entrada, puerta, pasaje’. Para asociar los puertos de montaña con la idea de peligro basta pensar en la suerte que sufrieron las huestes de Carlomagno en Roncesvalles (Crescini, Manualetto, 9, 36 ss.).
52. Para el sintagma li rey e l’emperador cf. hic, 12, 16.
53-54. atrazag figura en Levy, Petit Dict. con los significados de ‘incontinent’ y de ‘certainement’, que cuadran bien en este contexto. De re cf. e so qu’aurem de tort e de peccat / trobarem totz al jorn del jutjamen (Zenker, Folquet, 8, 15-16; además Appel, Chrest., 117, 52-53, Et aqui meteis aquela anima legic una carta, en que eran escritz totz sos peccatz, e se meteissa·s iutiet; y los diablos la arrojaron a las tenebras exterioras. Sigue luego la escena opuesta, de los ángeles que cantan alegres por un alma que era iusta y que, tras leer una carta en que eran escrichas totas sas obras, es colocada por San Miguel en el paraiso, ib. 117, 58-59. El Breviari d’amor, se expresa así: Quar quex a sa mort trobara / Les mals els bes que faitz aura (15380 s.). Compárese Liber scriptus proferetur in quo totum continetur y los versos que siguen en la secuencia Dies irae dies illa de la Misa de difuntos. Appel, Chrest., Glossar, registra atrasag, -ach, -aig con ejemplos.
El análisis de la versión de algunos códices importantes sugiere como posible –y acaso preferible– para el verso 54 la lectura c’aurem fag, que prepara el plural nos fassa,·ns guar, ajam fag de latornada.
58. Tras ajam fag el ms. x añade amen; tenía el amanuense el ejemplo de algún escribano de Peire Cardenal, que termina el sermón Ihesu Crist nostre Salvaire de igual manera, arrastrado por el texto precedente: E tug digam en Amen / Gratias al seinhor valen, / Que el nos gart del tormen / D’enfern orrible e puden. / Amen, (Mahn,Werke, p. 209). Para amen puede cotejarse la nota al verso 15,26 del presente trabajo.
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