1. Para Jesucrist de los mss. cf. nota a hic, 1, 14.
3. fre se emplea metafóricamente con varios matices:
...quan li vira·l fre
vas lo mal e·l depart del be.
(Appel, Chrest., 113, 81-82)
si· m tira ves amor lo fres
que ves autra part no m’aten
(ib.,16, 7-8)
Del amor dice Bernart de Ventadorn:
qu’ilh ades no·m tenh’en so fre,
(Appel, Bernart von Vent. 17, 4)
acercándose a: aissi·m te / Amors press e·l fre / que de nulh alre no·m sove / mas de lieis servir a jornal (Stroński, Folquet, 20, 6-9).
8 ss. Me parece exacta la interpretación de Lowinsky: «Ich heisse dankend den Wunsch und Willen willkommen, der mich nach seinen Absichten leitet; und bitte ihn, der mich nicht vergisst, darum, dass ich keine Gnade finde, ehe ich das Böse, das ich je gethan, gesühnt habe». Con ello es superflua la observación de Rohleder de que guida y ublida serían formas del subjuntivo influidas por el italiano, ya que, contra lo que había opinado Levy respecto a ublida, éste no depende de pregar del v. 11; guida es igualmente indicativo, lo que no m’ublida es una circunlocución por Dios, ‘al que no me olvida’ (no hay por qué corregir lo en lui, según propone Lowinsky, cf. su nota a 5, 8); para pregar de cf. hic, 6, 10 y 26, 54-55; d’aitan que ‘um soviel dass’ (Appel, Chrest., Glossar bajo aitan). La frase, glosada, sería: prec Dieu qu’eu no i truep merce. Lo que no m’ublida viene a ser una aplicación de Isaías 49, 15: Numquid oblivisci potest mulier infantem suum, ut non misereatur filio uteri sui? Et si illa oblita fuerit, ego tamen non obliviscar tui.
11. El que una misma frase pase a la estrofa siguiente, es decir el encabalgamiento entre estrofas, no es tan raro como opina Levy ad locum; cf. hic, 42, 14-15, (21-22), 28-29, 56-57, por limitarme a una poesía.
11-13. La plegaria del poeta, de que Dios no le perdone, sino que, antes bien, tome venganza, puede provocar extrañeza; es precisamente la antítesis de la oración de Tobías, de donde provendrá también el no m’ublida: Et nunc Domine mentor esto mei, et ne vindictam sumas de peccatis meis, neque reminiscaris delicta mea, vel parentum meorum (Tob. 3, 3). El trovador se refiere a las penas temporales, a la expiación de las culpas en este mundo, cf. vv. 71 ss. La misma idea expresa Cadenet cuando canta:
al cors, o vendetz tot car;
al cors qu’a faitz los engans
en sia faitz lo demans;
lo cors n’aia la pena que·l cove,
Peire Guillem de Luzerna distingue en su oración netamente los males temporales, por medio de los cuales se puede conseguir el cielo (cf. Riquer, Cerverí, 73, 22-23), de los eternos:
preiatz, si·us platz, vostre car fil de me,
que m’aleuge mos mals e·ls conseriers
qu’eu trairai lai, tan greus e tan sobreiers;
qu’en dreig lo cors la morz no·m fai temenza.
22. quar ‘afin que’, Levy, Petit Dict. s. v. car. Sobre el motivo de la confesión, aquí enunciado, en la lírica religiosa de los trovadores, cf. Scheludko, Religiöse Lyrik, p. 232-234.
27-31. A lei de es sinónimo de a for de, per manieira de (Appel, Chrest., Glossar, s. lei, for, y manieira respect.); caler ‘importar, interesar’, ib. s. v.; sobre la construcción de sol que cf.: sol que ma dona conegues (Appel, Chrest., 16, 39), ... sol que Dieus mi sal vos (Levy, Suppl., 7, 765), qu’ ie·m tenc per ricx, sol c’ayso s’esdevenha, (ibidem). an es la tercera pers. sing. del presente de subjuntivo de anar ‘ir’, —cuyo uso perifrástico es notorio—, no obstante el parecer contrario de Rohleder, quien se empeña en seguir la interpretación de Levy: sol qu’el segle plazer an y traduce «wenn sie nur hier Vergnügen haben», estimando la otra interpretación demasiado rebuscada.
34 ss. La enumeración de los pecados de los vv. 34-48 no se atiene estrictamente ni al orden de los peccatz criminals (v. 49), ni al de los peccatz mortals (v. 50); en Suchier, Denkmäler, p. 102 se encuentra una lista de «los .VII. peccatz criminals» y de «los .VII. peccatz mortals» (cf. también Bartsch, Denkmäler, p. 306 «los set peccatz mortals»); de .VII. vizis mortals se habla en el Doctrinal, publicado en Suchier, Denkmäler, p. 241-255, v. 14, refiriéndose a los set peccatz mortals, o sea, a los ‘siete pecados capitales’; los v. 20-21 del mismo Doctrinal: e quem meta e mon cor .VII. vertutz principals / per escantir los vizis els peccatz criminals demuestran que la terminología no era fija (cf. además la poesía Dona sancta Maria, flors de virginitat = Suchier, Denkmäler, p. 214-240, v. 222, 233, donde figura peccatz criminals; v. 87, 606, 633 id., en singular). En Boeci, v. 218-224 se opone a cada vicio la virtud correspondiente: Contra felnia sunt fait de gran bontat, / contra periúri de bona feeltad / contra auaricia sun fait de largetát, / contra tristicia sun fait d’alegretat, / contra menzónga sun fait de ueritat, contra lucxuria sun fait de castitat, / contra superbia sun fait d’umilitat (cf. la interpretación de Schwarze, Boeci, § 273-278 especialmente). A las culpas específicas de los poetas, a que se alude en los versos 41-44, máxime a la de los joglars, se dedica un extenso pasaje en Breviari d’Amor, v. 18426-18497; cf. también hic, 37, 1-2.
35. enic < iniquus ‘injuste, mauvais’, Levy, Petit Dict., s. v.
47. Raynouard, Lex., 2, 393, traduce este verso: ‘et moqué autrui et moi’.
56-59. Compárese el tenor de hic, 14, 19 ss., 21, 19 ss. La conjetura [te] es de Levy. Esa supresión es un caso típico de haplografía; ya por esa razón, y por t’enansa del verso siguiente, es preferible a [me].
62. ponh de sal ‘ein wenig’, Rohleder, quien cita ponh de cendre.
71-73. Estos versos repiten la idea expresada en los vv. 12-14.
80. estrenar de ‘regalar, conceder’. Cf. hic, 15, 64-66: e d’aitan nos estre / iosta los sieus nos me / laissus on si capte.
87. La extrañeza de Levy ante la síncopa menra es justificada. Cabría corregir metra, forma atestiguada:
Richartz metra a muois et a sestiers
aur et argen e te·s a benananza
metr’e donar
(Appel, Chrest. 68, 5-7).
El texto litúrgico In paradisum deducant te angeli (Liber usualis missae et officii, Off.Defunct.,p. 1768), me lleva, sin embargo, a optar por la conservación de menra, forma para la que Rohleder admite posible influencia francesa (cf. Lerch, Trobadorspr., p. 449). Podríamos pensar en mene por menra, ya que a esperar puede seguir el subjuntivo (cf. Kolsen, Giraut, Glossar, s. esperar; sobre mene cf. Element., § 130). Sin embargo, hay casos de síncopa análogos a éste, como en el ejemplo: et deus los ameran / eil donran sens eschernas / lo reng de vita eternas (Levy, Poésies relig., B 238-240), lo que hace inútiles otras especulaciones sobre la genuinidad de menra.
98. En hic, 7, 42 emplea B. Zorzi igualmente el sintagma mort marida. Sobre marida – marrida cf. hic, 17, 6.
101. Para el oxímoro cf. hic, 54, 29. |