1 ss. Para las fuentes compárese la edición de Scheludko, que aporta pasajes paralelos latinos para casi todos los versos de la poesía.
Anglade, Guiraut Riquier, (p. 292), comenta que “Les deux premières strophes ne comprennent qu’une longue série de dénominations allégoriques conformes à l’esprit des litanies », (coincidiendo con Lowinsky, op. cit., p. 222), y critica la frialdad del resto de la poesía; aprueba además el parecer de Lowinsky (op. cit. p. 267) que había puesto de relieve las dificultades del poeta para insertar oportunamente el “estribillo” como verso final de cada estrofa. Jeanroy, La poésie lyrique des troubadours, II, p. 313-314, hace una breve mención de las albas de Guillem d’Autpoul y de la de Bernart de Venzac, afirmando que ellos “se contentent de vagues approximations et s’embrouillent en des images assez incohérentes”.
Sin compartir del todo esos juicios tan negativos, tenemos la impresión de que el trovador no se ha tomado el tiempo y afán necesarios para superar el exigente reto que él mismo se ha impuesto, fijando varios hitos que entorpecen la agilidad que echamos en falta: be en el tercer verso de cada estrofa; mort en el octavo; y en el último, lums e clardatz et alba, con alguna variación, intencionada o necessitate cogente, dictada por el esquema o por la gramática (cf. Lausberg, Handbuch, § 471).
Estamos ante un rico acopio de material, ante una feraz inventio, que no ha sido sometida debidamente a las fases posteriores de la elaboración que prevé la retórica, a la dispositio y a la elocutio (cf. Lausberg, Elemente, § 39 ss.). La extraña mescolanza, carente de sistema, del tuteo y de la forma de cortesía de la segunda y de la tercera estrofa confirma esa suposición, e invita incluso a sospechar que estamos frente a un intento frustrado de fusión de dos versiones diferentes. Aun así y todo, no se puede negar que ese poema transmite “eine gewisse Feierlichkeit”, cierta solemnidad, gracias a las largas estrofas de versos decasílabos (Lowinsky, op. cit., p. 198). No obstante las deficiencias, esta alba no es de ninguna manera uno de los poemas menos meritorios de la lírica religiosa occitana.
Ferms del primer verso tiene función de adverbio (cf. Element., § 175).
3. tug be, como en el v. 36, todos los bienes; sobre la omisión del artículo determinado después de tot cf. Element., § 167.
6. ioy, subst. masc. es sinónimo de ioya (v. 12), subst. fem. ‘alegría’.
13. Appel, sin sinalefa: capdelha e; será errata que·ns de Scheludko por que·us.
14. En este contexto mas ha de significar ‘demasiado’ o ‘suficiente’, de acuerdo con De Maria nunquam satis. Cf. hic, 35, 29 no·n puesc dir mas be.
18. Desentona el pronombre tieu ‘tu’, ya que en los versos anteriores el poeta se ha dirigido a la Virgen con vos o utilizando la forma verbal correspondiente (v. 13, 14, 16), lo mismo que en los siguientes (v. 23, 35-39, 41-44, 49, 53-54); te, tieu o su correspondencia verbal la encontramos en los v. 25-31. En la cuarta estrofa vuelve al vos, que mantiene hasta el final, tanto si se dirige a la Virgen (IV-V), cuanto al Poderos Dieus (VI). No me parece conveniente intentar reducir al voseo el uso en estas dos estrofas; tampoco hay razón suficiente para declararlas espurias, lo que me sentiría tentado de hacer si esa irregularidad afectase sólo a la tercera estrofa. Pero el tieu pressïos ort (v. 18) me lo impide (cf. nota al v 1 ss.).
Como es sabido, en la lírica profana provenzal predomina y es casi exclusivo el voseo dirigiéndose a la dama, observándose en cambio con frecuencia el tuteo en las canciones a la Virgen. En A Dieu, cuy es totz poders, Guilhem d’Ieiras emplea vos al dirigirse a Dios, y sólo emplea el tuteo en la estrofa VI, Verges, regina plazens, hic, n°. 19. Bertoni, I trov., p. 487, 19 registra un ejemplo del uso promiscuo de tu y vos, advirtiendo claramente que en él «si ha ... una punta di sdegno»; además, la poesía en la que se encuentra tal promiscuidad no es una canción sino un sirventés contra el Marqués Lancia. Después de haber citado otro texto ital. al respecto, concluye Bertoni con la vaga indicación de que: «Esempi se ne hanno sopra tutto nella poesia popolare, come, del resto, è ben noto». En la p. 589, penúltima línea, remite a Suchier, Denkm., p. 535, donde se observa tal fenómeno; pero se trata de una poesía a la Virgen.
23. En el v. 49 se repite el sintagma plazens dompna, epíteto que ha debido de inspirar el substantivo plazers, cuyo significadoen ese contexto no gira entorno a ‘gozo’, ‘placer’, ‘delicia’, sino a ‘bondad’, ‘virtud’ (cf. hic, 16, 35). Cf. Dompna bona, bel’e plazens, hic, 11, 1; dona verges plazens, 25, 4; verges, regina plazens, 19, 41.
En las poesías religiosas de Guiraut Riquier encontramos plazer en una amplia gama de significados, positivos o negativos, en función del contexto (cf. por ejemplo hic, 30, 9, nota 11-12 y 30, 44; 32, 1).
27. ·l tieus ... cors, ·l sieus cors, respective por ‘tu’, (y ‘su’) son corrientes : Qu’anz que·l vostre bels cors ioyos / nasques (en hic, 37, 23-24).
30. Otras perífrasis similares de cielo: lai ... on sanh Peir’ estay (hic, 47, 58-60); laissus on si capte (h. 15, 66); siguen dos ejemplos de la plegaria que ahora nos ocupa: lay on no falh iorns ni clardatz ni alba (v. 18) y lay on estan iorns e clardatz et alba (v. 66).
40-41. ayssi quon son ... pus fort (‘cuanto mayores son’) m’es maiers ops (‘mayor necesidad tengo’); sobre ops m’es cf. hic, 30, 1.
48. ieu suy merceyans ‘ich flehe um Gnade’, Element., § 187, donde se citan varios participios con valor de adjetivos. En el v. 58 merceyans significa ‘misericordioso’.
50-52. iudicium iustum es un lugar común en la Biblia, cf. e. g. Deuteronomio, 4, 18, y Joan. 7, 24: Nolite iudicare secundum faciem, sed iustum iudicium iudicate. Los versos 50 ss. de Esperansa se refieren al juicio final; Peire Guillem de Luzerna se expresa en términos parecidos: lai on chascus aura paor de se, / can si fera lo iuiamenz derriers, / on nuls plaides non trobara guirenza (hic, 46, 33-36).
51. cf. hic, 14, 40, y Appel, Bernart von Vent. , Non ai mais fiansa / en agur ni en sort, 25, 25-26.
54. El car < carus ‘querido’ ha evocado cara ‘rostro’, de etimología discutida. Cara se emplea con bela, risent, bona, etc., y también con adjetivos de valor contrario, como trista, orra, marrida. Compárese belha semblansa, hic, 20, 52. El sintagma cara resplanden recuerda la transfiguración de Jesús, et resplenduit facies eius sicut sol: vestimenta autem eius facta sunt alba sicut nix (Matth. 17, 2).
56-59. Véase hic, 15, 33-36. Sobre la congeries y el polisíndeton del v. 59 compárese ora ni jorn, nueg ni mati ni ser (Stroński, Folquet, 26, 38); horase iorns e setmanas e mes (Mölk, Cansos, XX, 5, Razos m’adui); cf. hic, 9, 25-26.
59. No encuentro documentado temps solo con el valor de totz temps ‘siempre’. Temps como ‘Jahreszeit’, o sea ‘estación’, sólo encajaría en este verso si estuviera intercalado entre mes y ans. En apoyo de temps, ‘siempre’ podemos aducir laus vos ren e merce / [de l’honor] /e del be que m’avetz fag ancse, ... ‘que me habéis hecho siempre’,(cf. hic, 15, 34 - 36) pasaje de innegable parecido con el verso que estamos intentando interpretar.
60-61. Appel y Scheludko puntúan: Dieus, paire, filhs, salvaire, Crist nomnatz. Con esta puntuación se diluye la idea trinitaria a la que parece que quiere aludir el trovador. El doble atributo salvair’e Cristz es propio del Hijo:
e nomnatz salvair’e Cristz
en lati et sobr’ebrays
(hic, 41, 3-4; véase la nota correspondiente).
Evocan estos versos la trilladísima doctrina de unus Deus in vera Trinitate, tal vez intempestivamente, pues el texto debería decir e vera trinitat, en caso oblicuo, ‘en verdadera Trinidad’. Las Leys d’Amors, ed. Anglade, tratan de la unidad y trinidad de Dios, De la Santa Trinitat. D’un veray Dieu en Trinitat, / Payre, Filh e Sant Esperit (I, 63-65).
67-68. ¿Contendrá sons mortals una alusión al somnium mortis, al sueño que causa el canto seductor de las sirenas y que puede conducir a la muerte? El verso leu si qui dorm excluye la interpretación de sons como ‘canto’, aunque la asociación de ambas voces tal vez haya sido intencionada por el trovador.
70-72. Appel y Scheludko en el v. 71 tienen en en vez de em, que –de estar bien leído– denotaría asimilación a la labial siguiente. Compárese la advertencia de Las leys d’Amors, ed. Anglade, III, 125, a propósito de mo, to, so, que añaden -n cuando sigue vocal, “coma: am mon abat”, y -m ante p, “coma: am mom payre”. Cf. que fon em pes dreisada, Appel, Prov. Chrest. 4, 193; em pauc d’ora, ib. 75, 44, etc.
Merece un elogio especial esta tornada, que sirve de excelente final del poema, que ha sido censurado demasiado mordazmente por algunos críticos (cf. nota a v. 1 ss.). El poeta eleva su alba a la categoría de plegaria, expresando el deseo de que quienes la reciten consigan el paraíso. Y como oración ha sido interpretada por el copista del ms. Z, que añade Amen al final del texto (cf. nota a hic, 10, 78 y 80).
¡Quién sabe si esa inclusión del ‘público rogador’ no habrá tenido influencia hasta en la tradición manuscrita! De Guilhem d’Autpol nos han sido legadas cuatro composiciones. Tres de ellas sólo figuran en sendos manuscritos (dos en f y una en C, véase C. P. 206). El alba en cambio la han conservado tres códices importantes, C, V, y Z, y figuraba además en R, cf. C. P. ibidem).
Compárese la tornada de hic, 10, 78-79, Qui sest chan chantara soven / de Dieu sia benaüratz: Evocación del tópico que sigue a muchas obras manuscritas medievales: Vitam scribentis benedicat Deus atque legentis. O el colofón repetido en el Liber sancti Jacobi: Ipsum scribenti sit gloria sitque legenti.
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