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Oroz Arizcuren, Francisco J. La lírica religiosa en la literatura provenzal antigua. Pamplona: Excma. Diputación Foral de Navarra - Institución Príncipe de Viana, 1972.

Edición crítica, traducción, notas y glosario. Versión revisada para Corpus des Troubadours, 2011.

248,070- Guiraut Riquier

1 ss. Compárese Pfaff, Riquier, 63, 21-24: Mals sabers / es, lonc sers / pervelhar / ses plazers; ib. 9-10: e dezir uezer l’alba. Esta cita está tomada de La primeira alba que fes Gr. Riquier, l’an MCCLVII, que comienza con Ab plazen / Pessamen. Para encuadrar debidamente el Alba de la maire Dieu (sobre el sintagma maire (de) Dieu ‘mater Dei’, cf. hic, 22, 44) conviene tener presente esta primera alba, que ha debido de ser la que más directamente incitó a Riquier a componer Qui velha ses plazer.
Al alba clásica solemos asociarla con un galán que, con la ayuda de la noche y de un gaita o vigía, disfruta de la compañía de una dama, teniendo cuidado para que no les sorprenda el marido al amanecer. Suele expresar este género el deseo de los amantes de que la noche se alargue; a veces se lamentan de que se acerque la aurora que les obliga a separarse: oy Dios, de l’alba! tan tost ve (Appel, Prov. Chrest. 53); Aylas! quan pauca nueyt fai! ay! (ib. 55).
El alba Ab plazen / Pessamen carece de los elementos característicos de ese género: ni solaz con la dama, ni vigía alguno, ni lamentación porque el día se aproxima, sino todo lo contrario, deseo de que pronto termine  la noche y llegue la aurora para liberarse de las cuitas: E dezir / Uezer l’alba. De Uc de la Bacalaria, siglo XII-XIII, se conserva una hermosa alba, de tenor semejante a Ab plazen, que Riquier habrá conocido, Per grazir la bona estrena, Appel, Prov. Chrest., n° 57; las cuatro estrofas terminan con el refrán Dieus! qual enueg / mi fay la nueg! per qu’ieu dezir l’alba, de innegable parecido con Fa gran nueg, / Quar afan / N’ay trop gran / Et enueg, / ... /E dezir / Uezer l’alba. Este género es una antítesis, una parodia de la que se conocen varias en occitano del alba tradicional.   
En su alba religiosa, Riquier, que ha experimentado (o se ha figurado en su fantasía creadora) el desasosiego e intranquilidad de la larga noche velada sin placer, y que anhela la llegada del día, busca y encuentra una solución, aprovechando una imagen, una metáfora, que ya conocía de otros textos, como de la Cantiga 340 de Alfonso X, Virgen Madre gloriosa, composición tejida precisamente en torno a Tu es alva, referido a la Virgen, y que termina todas las estrofas con esa voz; también textos occitanos comparaban explícitamente a María con el alba: aprochatz s’es lo iorns clars e luzens / que lo nos a la doss’alba menat  (hic, 45, 3-4), con explicación coherente: Lo iors es deus ... / ... / e l’alba es ... / la reyna maire de pïatat (ib. 8-11). Con alba como palabra-refrán terminan tres composiciones de la presente edición, n° 18, n° 45, n° 50.
Stössel toca somerísimamente la metáfora alba ~ ‘María’ en el § 74 de su monografía Bilder. Para la relación de esta alba con otras composiciones del mismo género, religiosas y profanas, cf. Anglade, Riquier, p. 290ss. Ser figura en Levy, Petit Dict. como ‘soir’; en este ejemplo significa más exactamente ‘noche’, por más que esos dos términos sinónimos se solapen a veces semánticamente. Con igual valor está usado en Ab plazen: tant quel ser no puesc dormir / ans torney e uuelf e uir / e dezir uezer l’alba (Pfaff, Riquier,  63, 7-10), como también: per quel ser uelhan sospir, / e dezir uezer l’alba, ib., versos 28-30,(cf. Riquer, Guillem, 27, 33 ss., donde el trovador sueña con una noche hiperbólicamente  larga, que dure desde Pascua hasta Todos los Santos: Luec del marit volgr’ieu un ser, / e·l ser que dures de Pascor / entro la festa de Martror). Ser entra como componente en la adaptación de die noctuque al provenzal: iorn e ser (hic, 22, 76; 24, 48; 35, 30, los tres en rima); ser e iorn (Pfaff, Riquier, 63, 13, en rima); son también corrientes e. g. en G. de Riquier: nuech e dia (hic, 29, 56; 34, 18; 35, 34, en rima), nueg e iorn (hic, 33, 26), entre otras.
Ser trae a la memoria la Serena d’en Gr. Riquier, del año MCCLXIII, Ad un fin aman fon datz, Pfaff, Riquier, Lied LXVI, composición en la que un enamorado, a quien su dama había dado una cita amorosa, el día fijado andaba pensativo, y ansioso decía suspirando: Jorns, ben creyssetz a mon dan, / El sers / Aucim e sos loncx espers (refrán), temiendo pues incluso morir antes de que llegase la noche, que·l ser non atendes vius. No se conoce ningún otro ejemplo de este género, inventado por Riquier, cf. Anglade, Riquier, p. 212.
 
1-2. Recuerda este inicio los vv. 22-24 loncs sers / Peruelhar / Ses plazers, de Ab plazen.
 
6. ver iorn clar contrasta con lo iorn, sin calificativo alguno, del v. 4. A ver y su familia le da Riquier mucha importancia, pues lo usa en todas las estrofas (v. 16, per ver;  v. 22, per vertat; v. 23, v. 28) o el sinónimo verai (v.11 y 42).  
 
10. per que ‘por lo que’, cf. hic, 5, 32, per que Dieus volc en lieys per nos dessendre.
 
12. Avenir es sinónimo de venir, ‘llegar’, de modo que en teoría la secuencia puescavenir resulta ambigua, puesc avenir o puesca venir. El contexto reclama el indicativo.
 
14-15. En el estribillo se inculca la idea de que el pecador tiene que buscar la luz y arrepentirse mientras vive (peccadors vius penedens), insistencia que rememora la doctrina quia in inferno nulla est redemptio.
 
16-18. Idea parecida a la expresada en hic, 24, 41-42.
 
20. lezer ‘posibilidad, fuerza, facultad’, es en parte sinónimo de poder (v. 17), a que se refiere n’.
 
24. exauzir,  latinismo de la liturgia (cf. exaudi nos Domine, exaudire digneris, etc.). Grafía más occitanizada en hic, 33, 17: quar tos precx es essauzitz.
 
27-28. Entiéndase: que nos fassa ver secors a las armas gandir ‘que nos dé verdadera ayuda para salvar las almas’. Sobre a ‘para’ cf. Appel, Chrest., Glossar, s.v.
 
32 ss. Las metáforas de esta estrofa se encuentran registradas en Stössel, Die Bilder: via (§ 122), portz (§ 81), estela (§ 71), lums (§ 73), salutz (§ 144, no se cita más que este ejemplo de G. Riquier), porta (§ 91 ).
 
34. Sobre port y sus diferentes acepciones cf. nota a hic, 28, 26.
 
36. Estela de mar, cf. el himno mariano Ave, maris stella. La fuente será Isidoro, Etym. VII, 10, 1, quien opina: Maria inluminatrix, sive stella maris, aduciendo la razón: Genuit enim lumen mundi. El v. 38, lums de tota bontat, continúa la imagen de la luz. Según el Breviari d’Amor, el nombre Maria significa, ses dubtar, / Aytan cum estela de mar (12061-12062).
 
37. Sobre la -s hipercaracterizante del plural cf. hic, 31, 35; 33, 1.
 
41-42. sol que se construye, como en este caso, con el subjuntivo: qu’ie·m tenc per ricx, sol c’ayso s’esdevenha, Appel, Chrest., 86, 11; de manera semejante se emplea ab sol que: ... chant ... / ab sol que razos i sia (Bertoni, I trov. 33, 11-12); sol sigue el mismo modo: ... volgra ... / ... dures, / sol a Flamenca no graves (Appel, Chrest., 4, 198-200), véase también hic, 37, 9, sol no·m si’irascuda.
Mölk, comentando los versos: ... quar tot, quan dezir, auria / endreg de lieys, sol mos chans li plazia (Cansos, 20, 7-8) apunta: «sol L VII 765 findet für sol + Indikativ nur einen Beleg, und zwar R. Declar. V. 271: sol steht hier im Sinne von si sol und hat Tempora und Modi des konditionalen si-Satzes (so auch V. 31; ein, anderes Beispiel für sol + Indikativ in Reimstellung! ist Cerveri, ed. Martín de Riquer, 5, 17: sol no·s vira)». Examinemos críticamente estos ejemplos; comenzando por la Declaratio de Riquier, (Pfaff, Riquier, 80): Car qui sap cansos far / ... per c’om pot ben de mal / sol se uol, elegir, / honor deu possezir / el mon (264-273). Crescini, que ha publicado en su Manuale (63) parte de la Declaratio traduce en el Glos., bajo sol, el pasaje en cuestión: ‘se sol vuole, sol che voglia’; se sería un dat. eth. (cf. 35, 18). Esta interpretación, por más que sea admisible, no excluye otras posibilidades de explicar ese paréntesis: a vol sigue vocal, de modo que puede suponerse sinalefa de *vola, por volha, 3.ª pers. sing. del subj.; además sol se vol pudiera significar ‘solo si quiere’, es decir, si tiene interés en hacerlo, explicación ésta que dejará de parecer inverosímil si se tiene en consideración la importancia que da Riquier a la libertad de acción, a la libre decisión: el bos senhers, si·m vuelh, vol m’en gardar (hic, 29, 15); si·ns volem (hic, 24, 44); si·ns volem, qu’estiers non ges (hic, 25, 45), etc. Por tales razones no podemos considerar la explicación de sol se vol ‘sol che voglia’ como segura.
El ejemplo siguiente a que alude Mölk se encuentra en el No. 6 de su libro: Estranhamen remanc sols e blos lay, / on me mena amors soven menut, / a lieys, on ai mon fin cor assegut, / qu’es la gensers e la mielhers, qu’ieu say; / sol lays’ erguelh ez apres merce pren, / camiat aura aissi certanamen / com peccaire, qu’en penedensa·s banha (28-34). Mölk toca la cuestión de si lays será indicativo o subjuntivo; como argumento a favor del indicativo aduce pren, que es indicativo, remitiendo al ejemplo: sol mos chans li plazia, y a la nota correspondiente. No excluye, sin embargo, el que se trate del subjuntivo, admitiendo en tal caso una incongruencia en la continuación de la cláusula (pren, por prenda).
Claro que las frases sol lays’erguelh y sol mos chans li plazia no son iguales, ya que a esta última se le puede aplicar la afirmacion de Element., § 197: «In der irrealen Bedingungsperiode steht für gewöhnlich si mit del Indikativ des Imperfekts im bedingenden Satze und der Konditionalis b im bedingten: ... E si ella·m dizia d’aisso que·m promet ver, bel guizardon n’auria». Si sol admite una construcción parecida: ... s’el sol saber o podia, / res la vida no·m salvaria (Appel, Chrest., 5, 139-140), que sin dificultad podemos suponer también para sol con función de si condicional en frases irreales. Si con presente de indicativo no está en las mismas condiciones, siendo hipotético mientras no lo corroboren otros ejemplos.
Se evitan estas dificultades de interpretación cambiando la puntuación de los versos 31-32 de esa Canso, Mölk, 6,e introduciendo la enmienda e s’ por ez (τ en ambos códices): qu’es la gensers e la mielhers, qu’ieu say, / sol lays’erguelh; e s’apres merce pren, etc. Respecto a la corrección hay que advertir que el copista de R ha puesto una señal, semejante a la que sirve para separar los diferentes versos, después de erguelh, con lo que bien podía indicar una pausa. Según la puntuación de Mölk, apres desconcierta y es poco menos que un ripio; erguelh y merces están diferenciados en la explicación (v. 35 y 36): quar ab erguelh pert hom valor e sen / ez ab merce Dieu e segle gazanha, lo que hace probable la separación propuesta: ‘pues es la más insigne y la mejor que conozco, con tal de que deponga su orgullo; y si después tiene merced...’
Pasemos al ejemplo de Cerverí a que alude Mölk: Que·l gens... / s’estors, qu’enamora·ls amans, /.../...e dona sens als amans. / Ay las! Sol no·s vira / vas mi, que·l mal crey / plaix es can nos vira; pero no·m recrey (Riquer, Cerverí, 5, 13-20). Sobre el texto: el manuscrito, en vez de vira v. 17, tiene nira; en vez de que·l mal (v. 18), quels mals; en vez de no·s del v. 19, los. Riquer traduce: ‘¡Ay, desgraciado!, aunque no se vuelve hacia mí, creo que es mal asunto que no se vuelva; pero no desisto’. Kolsen, Beiträge, 20, conserva lo·s del ms. en el v. 19 y traduce: ‘O wehe, wenn sie (die Geliebte) sich nur mir gegenüber nicht wandelt; denn nach meiner Meinung ist es ein übler Handel, wenn sie sich dann abwendet’. Para confirmar el uso de sol con subj. Kolsen cita el ejemplo arriba comentado de la Declaratio de Riquier. Estas dos interpretaciones diferentes (¿no sería posible: Ay las! sol no·s vira / vas mi, que·ls mals crey; / plaix es can no·s vira ‘ay desgraciado, sólo hacia mí no se vuelve, que creo —pues cree?— a los malos (maldicientes?); pleito hay, ya que no se vuelve’?) y el hecho de que ambas supongan una conjetura (vira por nira, aunque no improbable en cuanto se repite la misma palabra en rima en las otras dos estrofas, si bien con diversa función: partira (9-10), sufrira (s)ofrira (25-27), amans (14-16), la dificultad del pasaje hace que no sea argumento incontestable a favor del uso de sol + presente de indicativo.
Un ejemplo queda en pie: La testa de cors san trasmetray veramen / lay en Iherusalem, on Dieus pres naysemen, / lay al Saudan del Cayre, sol pren batejamen / e prezenti·l la testa (Henrichsen, Phrases hypoth., p. 67, tomado de Ricas Novas, 20, 33-36, que no pude consultar directamente). De ser seguro este ejemplo habrá que admitir de sol lo que afirma Henrichsen a propósito de ab sol que y ad tan (atant) que, o sea, que ambas «semblent demander de préférence le subjonctif, sans être absolument hostiles à l’indicatif» (p. 68).
 
49-60. Como indica Pfaff, estos versos han sido mutilados en el ms. al ser cortada la viñeta de un poema de Cerverí de Girona, sin que sea posible reconstruir el original. En VARIANTES pueden verse los restos conservados.

 

 

 

 

 

 

 

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