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Oroz Arizcuren, Francisco J. La lírica religiosa en la literatura provenzal antigua. Pamplona: Excma. Diputación Foral de Navarra - Institución Príncipe de Viana, 1972.

Edición crítica, traducción, notas y glosario. Versión revisada para Corpus des Troubadours, 2011.

009,009- Aimeric de Belenoi

1. La forma corriente de nominativo, que suele ser la del vocativo también (Element., § 99), de flor es flors, que presupone la base *floris (ib., § 103); pero se encuentran muchas excepciones, como en: Et aquí foron los dichs senhors generals ... e motz autres officiers reauls ... et tota la flor de senhors e de donas de la vila (Levy, Suppl. 3, 509), o en: es del bos cavalers la flor / del mun (Jaufre 6092); una corrección debería afectar también a los versos 31 ss., por lo que no es posible.
 
2. Chabaneau propone suplir la sílaba que falta en el códice con qu’etz, solución que Dumitrescu estima, y con razón, forzada. Éste, que preferiría un adjetivo femenino para llenar el vacío, y que no encuentra uno adecuado, deja espacio en blanco, opinando en el comentario: «On pourrait lire flor, Gaug (ou joy) d’amor».
La conjetura [fruch] que se hace en la presente edición se funda en numerosos pasajes semejantes:
 
Qu’esters no·m fera fruchs ni flors
ni gens pascors
joi ni solatz.
(Kolsen, Giraut 7, 7-9)
 
Y del mismo trovador:
 
Mas ogan no· m platz la flors
Ni·l fruchs del ram no m’agrada.
(ib.,19, 7-8)
 
En el sirventés moral S’es chantars ben entendutz dice Giraut:
 
E bon’amistatz de drutz
qui la noiris ab temor
fai bo fruch e bona flor.
(ib., 62, 15-17)
 
De Cerverí de Girona saco esta cita: qu’es de gauig fruitz e flors (Riquer, Cerverí, 57, 7), a la que añado ésta de Lanfranc Cigala: cim’e raditz, flors e frutz e semenza (Branciforti, 25, 16), y ésta de Folquet de Lunel: e creys lo frug de la flor, (hic, 12, 3).
Referidos al amor se encuentran flors e fruitz en este ejemplo de Raimbaut de Vaqueiras:
 
Pois d’amor m’es faillida· il flors
e· l dolz fruitz e· l grans e l’espics
(Linskill, Raimbaut de Vaqueiras, 12, 13-14)
 
Figuradamente se encuentra en: car lagremas e plans e plors / so son a l’arma frutz e flors (Stroński, Folquet 29, 129-130) o en: q’es flors e frutz / sobre totas beutatz (Levy, Suppl., 3, 609).
En Levy, Poésies relig., leemos:
 
del sainte albre, qui porte folle et flor
et fruit, que nos a deu reconcilie.
(C 63-64)
 
Aludiendo a la Virgen, flors e frug aparecen igualmente juntos:   
 
e vos etz flors e frug don se congria
la pia ...
(hic, núm. 11, 13-14),
 
atributos éstos propios también de Cristo, según se aprecia en la Lamentatio Beatae Mariae ad Crucem:
 
De tuo flore fulgeo
de tuo fructu gaudeo.
(Meyer, Daurel, p. lxxvi, v. 40-41).
 
Véanse algunas metáforas sacadas del reino vegetal en Stössel, Bilder § 45-61; en Breviari d’amor se encuentra una minuciosa exposición al respecto (v. 163-167; 245; 249-250; 358, etc.); cf. Salzer, Sinnbilder, p. 147, 7 flos amoris.
Ante la frecuencia del clisé flor e frug me parece preferible esta conjetura a la de Chabaneau, por discordar su propuesta qu’etz en un contexto que consta sólo de vocativos; acaso no sea tampoco menos acertada que las soluciones insinuadas por Dumitrescu, a las que sería fácil sumar otras más, cual pretz d’amor.
 
4-5. En el ejemplo: Autre dol ai que m’es greus a durar del guai comte verones qu’era flors de gran beutat e de totz bes colors Levy, Suppl., 1, 283 glosa color con «das was Farbe, Glanz verleiht», poniéndolo en relación con qu’el nos a traitz de pena, d’ira e de langor, / car sai nos a tramessa .Iª. gran resplandor / que mi e totz vos autres a tornatz en color (Crois. alb. 6745-47), y con estos otros versos de la misma obra, donde también aparecen en rima resplandor y color: Ab tant veus per la vila una gran resplandor / quels defen e restaura els torna en color (ib. 7686-87).
 
7. Los trovadores suelen evitar el uso de la misma palabra en rima consigo misma, a no ser que tenga función diversa; sobre este principio —al que habría que hacer varias restricciones, como el caso de las palabras refrán— se basan en parte las dudas sobre el autor de la poesía Verges en bon’hora, atribuida por los dos códices que la legan, C y R, a Perdigon, cf. nota a hic, 47, 13-25. Diez, Poesie der Troub., p. 82 es partidario de la opinión contraria sobre la repetición de la misma palabra en rima, al afirmar: «Die Reimwörter dürfen sich wiederholen, sogar in denselben Strophen, ohne das sie, wie in der italienischen Verslehre, alsdann eine verschiedene Bedeutung haben müssen; diese Freiheit findet sich auf allen Blättern; auch kann der Reim aus zwei Wörtern gebildet werden». Según Sakari, Guillem de Saint-Didier, p. 38: «Retour d’un mot à la rime est accepté par les Leys si le sens ou l’emploi est différent les deux fois» (cf. Leys, 2, 115-116).
Cf. sobre los llamados mot tornat y mot equivoc Riquer, Guillem, § 138.
Amor del v. 7, por más que rime con amor del v. 2, respetaría el postulado de la diversa función, por ser una vez caso oblicuo, otra recto. Dumitrescu observa respecto al v. 7: «amor, sujet, n’a pas de désinance, à cause de la rime». Sería, pues, una licencia poética, sobre las que advierte Terramagnino de Pisa:
 
E chascus qu’es fis trobayre
nol deu desari ni estrayre
ni de la sa drecha via
per rima qui obs li sia.
(Meyer, Traités cat., v. 731-734).
 
Hay que conceder empero que, incluso los trovadores de la época «clásica» descuidaron la distinción de los casos, según demuestra la confusión comunísima que hace de ellos e. g. el códice R. Muchas anomalías de tal género deberán achacarse a la tradición manuscrita deficiente; siendo, sin embargo, preciso admitir que no siempre se trata de «errores» posteriores, sino que derivan de la pluma del poeta, sin que por ello quede afectada la habilidad que exigen del trovador las «leyes métricas y rítmicas inviolables» (Riquer, La lírica, p. XIII).
Joan Esteve de Bezier emplea el recto por el oblicuo (36, 58), lo mismo que Perdigon (47, v. 2 y 26), por limitarse a dos autores, sin que resulte fácil corregir esos pasajes. Un purismo exagerado tiene como consecuencia la modificación profunda de la versión de los manuscritos; antes bien, hay que suponer que los trovadores no habrán sido en este sentido más escrupulosos que en el empleo de formas verbales «falsas» según los gramáticos (cf. Meyer, Traités cat., v. 532 ss., en que se censura a Peire Vidal, Bernart de Ventadorn, Giraut de Bornelh, etc. Puede consultarse además Stengel, Die ältesten prov. Gramm., p. 2 ss).
Mölk, Cansos 1, 15 toca el problema de los casos al dejar intacto afans sufrir de los mss. (C y R), en vez de afan sufrir, aduciendo la autoridad de Schultz-Gora, Prov. Stud. II, 112, quien no cree necesario corregir amors en amor en el verso: qu’il venza amors e amors non la venza, sino que admite un oblicuo amors. Convendría aducir ejemplos de tal uso en rima, posición en que no se encuentra ninguno de los ejemplos a que se refiere Schultz-Gora, loc. cit.: Bartsch, Gr 330, 15 v. 15, Appel, Chrest., Glossar s. amor; el argumento de que en francés antiguo hay varios casos en los que «schwerlich der Plural anzunehmen ist» (ib.) no es suficiente.
Como norma convendrá respetar la declinación «clásica» en las ediciones, siempre y cuando ello no conlleve una intervención de importancia en la tradición manuscrita, y concediendo cierto margen a la licencia poética (más hic, en la nota a los vv. 7-9, hacia el final).
 
7-9. Los editores interpretan como a cel q’en vos se fia la versión del ms.: ai cel qen vos sen fia.
De aicel, que es usado de nuevo en el v. 64, dicen las Leys d’Amors: «Hom deu dire en lo nominatiu singular:... aycel...» (Anglade, Las Leys 3, p. 117); «En l’acuzatiu singular deu hom dire... aycel...» (ib. 3, p. 120); «En lo datiu singular deu hom dire... ad aycel...» (ib. 3, p. 119). En Element., § 121 se afirma: «Aicel ist die ursprünglichere Form..., aus der das häufiger begegnende cel erwuchs, indem sie, protonisch stehend, die vokalisch anlautende Silbe einbüsste...».
Según la interpretación de los editores y según el texto del manuscrito, bajo ai cel se oculta un dativo, dependiente de fai secor (v. 8); se esperaría pues ad aicel, con lo que el verso sería hipermétrico, a aicel, con sinalefa, o una forma sincopada correspondiente, que habría que documentar.
Podemos admitir, de todos modos, que el texto está en el manuscrito en parte corrompido. La conjetura de Chabaneau, aceptada por Dumitrescu, para los versos 7-9: vostr’amor / fai socor / a cel q’en vos se fia supone las siguientes irregularidades: amor como caso recto; a cel por ai cel del códice. Hay que añadir además, por más que los editores no lo mencionen, que socor es anómalo aun para el oblicuo, por ser la forma corriente socors < subcursum, como cors < cursum, ors < ursum, etc. (cf. REW 2417, 9089, etc. para formas análogas en otras lenguas romances). En Raynouard, Lex. faltan ejemplos de secor, socor ‘socorro’. Levy, Petit Dict. registra secor ‘secours’, basándose probablemente en la documentación que aduce en su Suppl. 7, 736-737: sendos ejemplos del Misterio de Santa Inés, de la Guerra de Navarra, de Daurel, de la Vida de Santa Enimia, o sea, de obras no líricas; además, uno de Suchier, Denkmäler y, finalmente, otro de Bartsch, Chrestomathie.
Examinemos esta documentación, comenzando por el último ejemplo: car nous aus mostrar / l’amistat gran de valensa / qu’ieu vos port, car gran secor / mi fora, si la manieira / non fos del lauzengador / maldizen qu’es trop sobrieira (Bartsch, Chrest., 326, 21-26). Secor es de todas maneras anómalo, pues aun admitiendo la existencia de secor como oblicuo, debería decir, por ser sujeto, secors. El penúltimo dice: E tenray m’ab desamor / et auray gauch e socor / e jay e plaser entier (Suchier, Denkmäler 1, 300, v. 25-27). Los ejemplos no líricos arriba mencionados rezan: de l’amirat vos venra gran secor. / So dit lo coms. (Daurel, 2116-2117); ...que tu caramen / pregues del mon lo salvador, / quem trameta lo syeu socor. / Se non... (Bartsch, Denkmäler, 245, 21-24). El contexto del ejemplo de la Guerra de Navarra es: e digatz a N Estacha que tost aura secor». / E ls mesagers sen vego con caval amblador / tot dreit a Pamplona... (Ilarregui, La Guerra Civil, LXXV, p. 119). En el texto de Santa Inés tenemos: qe ti faza secor; / per qe, en un pasaje lírico.
En los ejemplos de Daurel y de Bartsch, Denkmäler citados, hay que anotar que a secor sigue palabra con s inicial, lo que garantizaría la pronunciación secors; en los de Suchier, Denkmäler y de la Guerra de Navarra a secor sigue vocal, de modo que puede pensarse muy bien que se trata de un caso semejante a este que prevén las Leys d’Amors: «Que requier apres se s o z vocal seguen, per fugir ad hyat» (Anglade, Leys 2, p. 41), por más que las condiciones no sean las mismas (cf. además daz por da, Levy, Suppl. 2, 1, y acaso naz por na, ib. 5, 354). Un examen detallado, que debería extenderse a otras voces análogas, pondría de manifiesto si la posición de secor ante vocal o s- (compárese también Leys, 2, 95) de estos pasajes —a excepción de socor; per qe— es casual u obedece a razones fonéticas determinadas (cf. más abajo amor por amors). Sea como fuere, secor se explica como un caso de falso sandhi, nacido al interpretar la -s erróneamente como caracterización del caso recto.
En vista de las anomalías en que se basa la lectura de los editores, se propone leer: vostr’amor / sai socor / aicel q’en vos s’en fia. La única modificación de la versión del manuscrito ha sido sai por fai, cuya probabilidad no es preciso demostrar si se tiene en cuenta la frecuencia con que se da la confusión entre f- y s- (cf. hic, 39, 21 suy por fuy; 40, 37 fui por sui; 40, 41 id.). Sai es la forma más usual para la primera pers. sing. del pres. de indic. (Mahn, Gramm. § 407). Socor, junto a soccor o secor está ampliamente documentado como tercera pers. sing. del pres. de indic. (Mahn, Gramm. § 370). La omisión de la conjunción que es normal e. g. después de los verba sentiendi (Element., § 191). Hasta aquí no hay pues objeción alguna.
Consultando sólo el Lex. de Raynouard, nos encontramos empero con la dificultad de que socorre rige de ordinario dativo, lo que haría necesaria la modificación del texto de a, de aicel; sin embargo, el uso transitivo de socorre está autorizado, tanto refiriéndose a personas como a cosas:
 
E dignatz l’en preiar,
verges, que preiatz per mans
vostre filh, per q’el los socor
(Levy, Suppl. 7, 737)
 
per secorre·l sant sepulcr’e son fieu
(Appel, Chrest. 73, 44).
 
Más ejemplos pueden verse en Levy, Suppl. En Aimeric de Belenoi, aludiendo al santo sepulcro, se encuentra secorre con dativo: ajuda premiers e secor / a· l sepulcre on Dieus fo pauzatz, Dumitrescu 22, 49-50: Otro compuesto de correr y sinónimo de secorrer, y del cual no figuran en Appel, Chrest. más que ejemplos con dativo, acorre, es usado por Aimeric en cambio con el acusativo: Mas qui l’amic a·ls grans ops accoria (sic, errata por acorría?, Dumitrescu 10, 5).
Con esta interpretación puede conservarse intacta la versión del códice, ai cel, salvo la separación: aicel. La anomalía de casos amor por amors encuentra de este modo una explicación análoga a la expuesta antes para secor por secors, y que es aplicable a este pasaje de Aimeric de Belenoi:  mas ges amor / segon ricor / no vay, mas a· l plus fi (Dumitrescu, 11, 64-66). Este otro caso de supresión de -s ante s- puede sumarse al material que confirmaría la suposición de que, por garantizar la ligazón con la voz siguiente la pronunciación con -s, se trate de una anomalía no gramatical sino gráfica. Ello no excluiría, claro está, que se hubiese extendido ese uso a otros casos, sobre todo una vez comenzada la crisis de la declinación «clásica» (cf. Peire Cardenal, ed. Lavaud, p. 650, nota 1.ª; Bertoni, I trov., Indice grammaticale, p. 593, accus. per il nominativo).
Me parece superfluo cambiar, como hacen los editores, sen fia del manuscrito, v. 9, en se fia, por ser la partícula n < inde comunísima en provenzal, aun pleonásticamente (cf. Appel, Chrest., p. 243-244, s. en).
 
14. La forma más correcta de nominativo es Christz, Jhesus Christz, cf. hic, 25, 22; 26, 1; 34, 33; Appel, Chrest., Glossar s. v. indica algunos casos de Crist con función de recto, pero ninguno de ellos está en rima: Jhesu Crist, nom., rima con vist en Bartsch, Denkmäler 230, 21, donde se encuentra también Jhesu Cristz como nominativo (78, 35). En la poesía 53, v. 51 de la presente edición tenemos Jhesucrits en rima con guitz, forma que, según Element., § 62 sería incluso la más normal. Los muchísimos casos de Crist como nom. permiten tomarlo por forma genuina, y suponer un caso análogo al de frug frente a frugz (Element., § 101, cf. también Appel, Chrest., p. IX-X) favorecido por la (presumible) preponderancia del uso del oblicuo, sea en provenzal, sea en latín.
 
17-18. Ric no está nítido en a, según apunta ya Chabaneau, quien propone leer Qui, versión que no halla su apoyo en el ms.; cabe dudar entre Ric y Qit; Dumitrescu adopta la primera forma, interpretando el verso 17 como «précieuse récompense». El sentido sería parecido al anunciado en estos versos de Levy, Poésies relig.:
 
mol fareç bon iornal
se vos a deu serveç
(C 63, 64)
 
Aun sin estar convencido de que la interpretación de Dumitrescu sea justa, me atengo a ella. Podría pensarse también en Qit, por Quit ‘exento, libre, absuelto’, y iornal ‘tarea, deber’, o sea, ‘tarea absuelta’, en el sentido de ‘sin deudas’ (ante Dios).
En el v. 18 difiero de Chabaneau, que con reservas insinúa aguetz (por a gen) o ac, lo que a su juicio requeriría que Qui —por Ric o Qit— del verso anterior fuese interrogativo —solución que hay que rechazar por ser la lección Qui injustificada, cf. más arriba—; de Dumitrescu, que acepta el aguetz de Chabaneau, y del manuscrito, que tiene a gen. Interpreto la versión del códice como participio presente de aver, con el significado causal de ‘ya que tienes, ya que tuviste, teniendo’ y, no habiéndome sido posible documentar la forma *agen, leo aven (para ella v. Mahn, Gramm. § 364). De este participio depende toda la frase hasta misericordïoza del v. 28. Dejando a un lado los vocativos, la ilación resulta clara: Ric iornal aven tal... de reial cort captal... un logal mi faitz sal... De preferirse la conjetura Qit iornal habrá que entender: ‘teniendo yo (después de que tenga) la cuenta liquidada (por la confesión leal, v. 16), reservadme un lugar...’.
 
19. De las dos soluciones obvias, propuestas por Chabaneau para corregir la hipermetría del verso, o sea, pronunciar -io- como diptongo (cf. Appel, Chrest., p. XXIII, en que se dan ejemplos de sinéresis de -ia, -ie) o corregir beneita, por benedeita, escojo la segunda —Dumitrescu se inclina en las notas, p. 185, por esa misma solución, pero no la adopta en el texto— por explicarse fácilmente la infiltración de ese semicultismo religioso para substituir a la forma sincopada, usual por lo demás en lengua de oc:
 
...« vene vos en, li beneit del mio payre,
a possesir lo regne aperelha a vos...»
(Appel, Chrest. 108, 144 -145)
 
beneit seiaç per nos meçeis,
per nos meçeis glorificaç
(Levy, Poésies relig., B 1400 -1401).
 
21. fos es la segunda pers. plural del perf. de indic. de esser, otras formas corrientes con igual valor son fotz, fus (Appel, Chrest., p. XL) y más raras fustes (ib.) fostes (Mahn, Gramm., p. 315).
Engales una variante de egal, con -n- no etimológica. Anglade, Gramm., p. 206 supone influencia del prefijo en-; de ensag, frente a essag < exagium dice que «paraît dû à une confusión de préfixes» (ib., p. 167); otras palabras con -n- adventicia son nengun, langosta, invern, penchenar < pectinare, rendre, minga < mica, cingala < cicala, etc., que figuran en gran parte en el léxico de otras lenguas romances también y que suponen una base común, ya nasalizada. En vez de buscar una explicación para cada caso de nasalización, será más acertado admitir una tendencia nasalizadora, bajo ciertas condiciones, en latín vulgar (cf. ALMA, 35, 1967, p. 50 ss.).
Engal tiene función de adverbio, ‘igualmente’ —Dumitrescu traduce, según el sentido, ‘à la fois’—; véanse otros adjetivos neutros que pueden asumir función adverbial en Anglade, Gramm., p. 354.
 
22. El hecho de que el ms. diga filhae espoza recomienda no suprimir la conjunción copulativa (Dumitrescu: maire, filha, espoza); se podría incluso proponer mair’e filh’e espoza. De re cf. hic, núm. 44, 57: Dieu espoza, filh’e maire y la documentación correspondiente en Scheludko, Marienlieder 2, p. 34.
 
25. No debe extrañar la inconsecuencia del amanuense que escribe done en este verso, domna en los vv. 1, 3, 35 y donna en el 31. La hipometría del verso, que Chabaneau sugiere subsanar conjeturando donna qu’etz, se puede salvar leyendo [molt] poderoza. Tot poderos, que existe junto al latinismo omnipotens, es epíteto propio de Dios:
 
maires de Crist, filh del tot poderos (hic, 25, 5);
e·ns mostret per demostransa / qu’era Dieus totz poderos (hic, 20, 19s.).
 
(Sobre totz poderos y tot poderos compárense las Notas a estos pasajes). Su aplicación a la Virgen no estaría exenta de problemas teológicos.
 
27. La interpretación m’i de Dumitrescu, por mi, corresponde a su puntuación de los vv. 23 ss: de reial / cort captal / dona ... poderoza, /...; me parece extraña la expresión dona ... poderoza de reial cort captal, por lo que interpreto dona [molt] poderoza como vocativo. Dumitrescu traduce libremente: ‘A la cour souveraine et royale, où vous êtes toute puissante, faites-moi une place sûre’.
 
35. entendre en ‘tourner sa pensée, ses désirs vers’ Levy, Petit Dict.; cf. hic, vv. 50-51 y aver s’entendensa (h. núm. 55, 14), pausar s’entendensa (h. núm. 38, 23); cf. Boutière, Biogr., p. 361: s’entendia en totas las bonas donas (1); s’entendia en ma dona N’Alazais (ib. 2); s’entendia en la moiller (ib. 4), etc.
 
36-38. La deficiencia gramatical y semántica de estos versos ha dado lugar a dos conjeturas: Chabaneau la supera proponiendo deven por neven para el v. 37, lo que haría necesario, como objeta Dumitrescu, corregir tot(z) ioi(s), por más que se pueda suponer atracción de casos (cf. Appel, Bernart von Vent., p. 397, bajo Casus). La corrección es, de todas maneras, mínima, y el sentido perfecto: Tot ioi que hom n’atenda d’aillor deven plor —por plors?—. Dumitrescu corrige tot en per, que entiende como ‘quoique, bien que’, traduciendo libremente: ‘car partout ailleurs on recueille des pleurs, au lieu de la joie qu’on attendait’. Es preferible la conjetura de Chabaneau que, además de dar mejor sentido, se atiene más a la versión del códice.
ven en plor, intuido ya por Lowinsky, Geistliches Kunstlied, p. 227, respeta aún más estrictamente la versión del manuscrito —basta admitir confusión entre n y u, comunísima, claro está—, y da, por lo demás, un buen sentido, que no difiere mucho del de este texto:
 
car non es gaugs que no torn en dolor
esters lo seus, qui no merma ne fina
(Riquer, Cerverí, 47, 13-14),
 
ni de este del mismo trovador: tots gauigs torn’en dol a la fi (ib., 11, 26).
En términos parecidos se expresa Peire Guillem de Luserna:
 
e lais me Deus mon meilz trobar aillors,
e· m don tal ioi qe· m torn en alegratge,
que· l iois d’amor torn’en plainz et en plors.
(Bertoni, I trov. 24, 33-35)
 
o Folquet de Marseille: qu’autre pretz torn’en desonor / e totz sens en folor / mas de cels que fan sos comans (Stroński, Folquet, 17, 53-55), viniendo al caso también: qu’en ioi torna et en doussor lo mals e· l dans e l’errors / c’amors don’als amadors (Blasi, Guillem de la Tor, 2, 14-16).
Podrían aducirse otras construcciones análogas a venir en, cual ven en grat (Appel, Chrest. 69, 46); c’a tota gen venga l’auzirs en grat (Cavaliere, Cento liriche, 23, 20) etc. Venir en ‘volverse’ está efectivamente documentado en Suchier, Denkmäler: Lo .VI. signes er aitals, que tuig li pueg venran en vals, p. 159, 76-77, ejemplo que cita Levy, Suppl., 8, 638, junto a venir en cendre ‘werden’.
 
41. Cuidon es equivalente de cuidan, ‘piensan’, Element., § 129; Dumitrescu traduce este verso: «ils pensent qu’un autre amour (?) vaut mieux pour eux». Me parece acertado entender: ‘piensan encontrarse mejor, piensan sacar más ventaja’. Mielhs tiene valor de substantivo, como en Appel, Chrest. 109c, 9-10 e ib. Glossar s.v., con la glosa ‘Beste’.
Penre o prendre con acusativo significa ‘tomar, coger’ y afines (Appel, Chrest., Glossar s. penre); con dativo equivale a ‘resultar, originarse’, cf. ib. s. penre. Compárese allí mismo las expresiones be, pieitz m’en pren ‘ergeht mir gut’.
 
42-43. Dumitrescu, para quien la versión del ms. no tiene sentido, lee: Car sabor / n’an major, y glosa: ‘parce qu’ils lui trouvent plus de saveur’. En el comentario insinúa la interpretación: Can sabor / dan major ‘car les pires (= péchés) ont une bonne saveur’. Chabaneau había propuesto: Can sabor n’an major. La lectura de Lowinsky, Geistliches Kunstlied, p. 227: Car labor / n’an major es muy inverosímil paleográficamente, por suponer tres errores en la copia.
Tomando al pie de la letra la versión del códice, y corrigiendo dan(s) se entiende: ‘ya que tuvo mayor sabor el daño (pecado)’. Ab puede ser tercera pers. sing. del pret. perf. de indic. de aver, forma documentada en otros textos:
 
mais no i ab un plus valent
de chest dun faz l’alevament.
(Appel, Chrest. 2, 23-24)
 
y en los versos 37-38 de la misma composición:
Fils fud Amint’, al rey baron
qui al rey Xersen ab tal tenzon.
 
No obstante esta documentación, prefiero interpretar ab como a ‘tiene’. La -b se deberá a repercusión de sab-or, lo que confirmaría las sospechas de Dumitrescu de que «la faute semble être surtout dans cab (il y a deux syllabes successives cab et sab-)». Dan deriva normal y regularmente de damnum; dans(s) es el caso recto, y el sujeto de la frase; sabor, el objeto. El orden de las palabras es artificial pero no afecta a la inteligibilidad del texto. (No es el caso de detenerse a citar ejemplos de orden artificial en otros trovadores, cual Folquet de Lunel, Joan Esteve de Bezers, Cerverí de Girona etc.; baste éste de Aimeric de Belenoi mismo: Amar mi fai ad honor / mos rics cors ancse, / ses blasme, e ses follor / d’autrui e de me, Dumitrescu 9, 13-16). Dan ‘pecado’ se encuentra en Peire Cardenal, Lavaud, 35, 38, quien remite a Levy, Suppl., 2, 5. Cavaliere, traduce E ma mort conosc a son dan ‘mentre ascrivo la mia morte a sua colpa’ (Cento liriche, 58, 14).
La idea que se encierra en los versos c’a sabor dan(s) maior es la que se halla expresada en:
 
Peccatz a tan doussa sabor
per que Adamz lo pom trazic
(hic17, 45-46)
 
a que se refiere Dumitrescu, y más extensamente en: qu’ab plazer / iorn e ser / apella / m’arma e gragella, / sembella / us greus peccatz que· m cofon. (hic, 22, 75-80).
 
46-47. Compárese la perspectiva opuesta en Appel, Chrest. 90, 41:
 
e vos det trebaill, enoi e malananssa
e pensamen et ira et encombrier,
e tolc vos ioi e pretz et alegransa.
 
La corrección tol, por tot del códice, es de Rlr 54, 249-250.
 
49. cf. v. 41 y el antónimo tan mal pren (Appel, Chrest. 75, 43).
 
50-51. cf. v. 35.
 
55 s. Compárese el polisíndeton cor et sen et voluntat (Levy, Poésies relig., B 2756); cf. lo cor el saber el talen, Napolski, Ponz, 18, 3.
 
57. Aizina es en este caso substantivo fem. ‘ocasión, oportunidad’ (cf. hic, 53, 178), a diferencia de su homónimo aizina, adj. fem. de aizin (h., 44, 60) y de aizina (h., 22, 29), tercera pers. sing. del pres. de indic. de aizinar.
 
60. En la Chrest. de Appel 158, 86 ss. se presenta una detallada exposición del concepto de disciplina.
 
61-62. Fenir es tanto transitivo cuanto intransitivo (cf. Appel, Chrest., p. 235, s. v.); delir, de acuerdo con el étimo, es transitivo ‘destruir, cancelar, borrar’ y además intransitivo (cf. v. 66). Fenisca y delisca pueden ser por tanto primera o tercera persona sing. del pres. de indic. El hecho de que en los vv. 65-66 aparezcan con función de tercera persona es para Dumitrescu un argumento para que lo sean igualmente en 61-62. Se puede argumentar precisamente al revés, ante todo si se admite que los trovadores evitan la repetición de la misma palabra en rima, con idéntica función, por más que para las tornadas, y no sólo para ellas, haya que distanciarse de esta norma (cf. nota a hic, v. 7).
 
63. Verso corrompido en el ms.; iutjatz ha sido escrito sobre otra palabra. Repito la opinión de Dumitrescu: «II faut evidemment une rime en -ait, ou -ach. On pourrait penser à si’atrach («que je soi rangé parmi ceux...»), au si’a·l plait («au jugement»)». En alusión al juicio final, es probable que se haya servido el trovador de una de las numerosas frases de carácter jurídico, como metre en plait, menar plait  (Levy, Suppl. 6, p. 332 ss.). No hay razón alguna para cambiar en si’ el mi del ms.; respetando mi aventuro la conjetura [men plait], “me juzgue (me ponga pleito”. También encajaría bien [don plait], cf. donar iutjament  ‘dictar sentencia’, como en sera·n dregz iutjaments donatz de Esperanza de totz ferms esperans (hic, 18, 50).
 
67. cf. 14, 57: mortal aguag.
 
68. Cuidar es infinitivo substantivado (cf. Element., § 101).

 

 

 

 

 

 

 

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